jueves, 30 de agosto de 2012

Métodos


Enfoque metodológico

Como se mencionaba en las entradas previas, el foco de interés de este trabajo esta puesto en la forma específica en la que el espacio del Teletrak posibilita/moldea la interacción entre apostadores y la empresa Teletrak. La concepción del mercado tiene que ver con la propuesta de Callon (1998), es decir, concebirlo como una red sociotécnica, en la que agencias calculadores interactúan en espacios específicos, haciendo uso de herramientas que modifican su cálculo y sus acciones. Por otra parte, tanto los textos de Knorr Cetina y Bruegger (2002) como el de Garcia-Parpet (2007), enfatizan en la importancia de observar las características del espacio específico donde se da el intercambio del mercado, ya sea presencialmente o con material secundario. En nuestro caso, optaremos por una metodología más cercana a la de Knorr Cetina y Bruegger.



Métodos de recolección de datos


Para responder a las interrogantes planteadas en el trabajo se recurrirá a dos tipos de técnicas de recolección. Ambas corresponden a métodos cualitativos de investigación y suponen el trabajo en terreno para la recogida de información. Estas son:


  1. Entrevistas semi-estructuradas. Estas se pretenden realizar en los momentos previos a las carreras y en los intervalos entre carreras en el mismo espacio del Teletrak. Debido a las características especificas de este tipo de consumo, que puede ser mal visto o poco ético para algunos, probablemente será difícil grabar a los entrevistados a pesar de asegurar confidencialidad. Debido a este impedimento se privilegiara el uso de anotaciones si es que el entrevistado manifiesta incomodidad ante la opción de ser grabado.
  2. Observación participante. Se plantea una aproximación al espacio y a los actores del Teletrak por medio del involucramiento activo en ese contexto. Para ello se privilegiara la lógica de acercarse a los locales como un apostador más y realizar apuestas junto al resto de los consumidores, compartiendo los momentos previos a la carrera, la observación de esta y los momentos posteriores a esta. Es posible utilizar el hecho de ser “novato” en el tema, para iniciar las conversaciones y permitir que los apostadores tematicen ámbitos que para ellos ya estén naturalizados, como los fundamentos para la elección de caballos.



Fuentes de información


Dada la limitación temporal para realizar este trabajo, se privilegiara profundizar en ciertos casos, más que intentar algún tipo de representatividad cuantitativa. Como se mencionó previamente, existen 200 locales de la red Teletrak, esparcidos en todo Chile (incluso hay uno en Brasil) por lo que cubrirlos todos será imposible. Por ello, la idea es concentrarse en 2 o 3 locales ubicados en Santiago y realizar 2 o 3 visitas a cada uno, para lograr conocer mejor el espacio y las dinámicas que se generan en su interior, entre sus asistentes. Con tal de lograr algún grado de segregación socioeconómica, que permita en la comparación encontrar aquello específico del Teletrak, se escogerá un local de Vitacura, otro de Providencia y uno de Lo Ovalle.



Plan de análisis


El análisis del material se realizara mediante una comparación entre los datos recolectados en los distintos locales Teletrak, intentando levantar aquellas características comunes entre los tres espacios, que puedan entenderse como propias de “un local Teletrak”. Estas pueden ser referidas, tanto al espacio mismo del local y la ordenación material de sus elementos, como a las dinámicas y prácticas (calculadoras) de los agentes que participan en la apuesta. Se considerará a la apuesta, como el acto de intercambio propio de este mercado y, por lo tanto, parte importante del análisis se centrará en delimitar aquellos elementos que son tomados en consideración (enmarcados) por los agentes al realizar la apuesta. Apuntando al mismo problema, se intentará observar qué papel juegan las pantallas y otros elementos materiales del local, en la toma de decisión de la apuesta y de otras acciones en ese espacio (por ejemplo sociabilidad).  Para el análisis de las entrevistas, posiblemente no grabadas, se utilizaran las rejillas para comprar entre los ejes relevantes para la investigación (ordenación de elementos materiales, espacio, marco de la apuesta, valor del dinero, tipos de interacción social, elementos en la red y otros que puedan ir emergiendo del trabajo de campo).

miércoles, 29 de agosto de 2012

Videos relacionados

Dejo algunos videos relacionados al Teletrak, para mostrar un poco de lo que pasa en el local.

En el primero se puede ver una carrera, transmitida por Teletrak TV. Es lo que se puede apreciar por todas las pantallas en el local de Teletrak, aunque también desde la casa (si se contrata Teletrak TV). Es lo que concentra todas las miradas de los asistentes y detona las reacciones de los apostadores.



En el segundo se muestra un reportaje breve de "The Clinic" sobre las apuestas en Teletrak. Se puede ver un local, en horas de poco público y se escucha a un apostador habitual "reflexionando" sobre su consumo de apuestas.

jueves, 23 de agosto de 2012

Conceptos y preguntas


Como se mencionaba previamente, el  tema a estudiar es el mercado de las apuestas en Chile, específicamente el análisis de las (inter)acciones económicas en el espacio del Teletrak. Para realizar esta investigación es importante delimitar el concepto de mercado y, junto con ello, aquellas nociones que nos van a permitir observar y comprender lo que ocurre en el caso especifico del Teletrak. Para ello seguiremos la conceptualización de Callon (1998) sobre el mercado y las redes sociales. Luego, tomando aportes de Knorr Cetina & Bruegger (2002) y de Garcia-Parpet (2007) , se revisará la importancia de las tecnologías de la información, enfatizando también la consideración del espacio especifico donde se enlazan las agencias calculadoras y los elementos materiales que hacen posible el cálculo.

Para acercarse a la comprensión de lo que es un mercado, Callon (1998) parte de la definición de Guesnerie (1996), de la cual va a extraer los elementos relevantes para su propia definición. Lo importante, más allá de la definición de Guesnerie (bastante extensa como para revisarla aquí), tiene que ver con la interpretación que hace Callon de los elementos relevantes que comprenden la definición de “mercado”:

  • En primer lugar, el mercado está compuesto por agencias calculadoras (en vez de individuos racionales sobre o sub-socializados). Estas agencias, necesitan información para poder calcular. La información es requerida para que la agencia logre identificar estados de mundo (distribución de actores y bienes) y establecer patrones de acción que le permitan modificar o producir diversos estados de mundo.
  • En segundo lugar, el mercado implica una organización. Esto implica el reconocimiento de que pueden existir diversas agencias calculadoras y pueden estar distribuidas de forma variable.
  • Por último, el mercado es un proceso en el cual las agencias calculadoras se enfrentan y logran estabilizar acuerdos en forma de precios o contratos. Sin embargo, el carácter de proceso permite observar los cambios y la construcción de los acuerdos como performances históricas o situadas, no son acuerdos estáticos e inmodificables.


Una vez enunciada la idea de mercado, Callon va a proponer la idea de red social, como solución al problema de la sobre o sub-socialización del agente económico. Básicamente, la propuesta de Callon es que el agente sólo puede calcular en la medida en que se encuentra inmerso en una red de relaciones con otros agentes. No quiere decir que el agente deba estar abierto al mundo, sino que el agente contiene al mundo, en la medida en que ese mundo está construido por el propio agente desde su propia posición en la red de relaciones. El agente no puede existir fuera de la red, porque no podría pensarse sin estar inserto en la red.



Otro concepto relevante que levanta el análisis de Callon, es el de enmarcar. Con esto, hace referencia a que para llegar a realizar un cálculo, el agente debe haber delimitado una cierta cantidad de elementos que se van a considerar en la operación de calcular. El enmarcado supone también desenredar, separar aquellas cosas que van a ser tomadas en cuenta para el cálculo, de la red de relaciones en la que está inserta, para poder realizar un cálculo más preciso con elementos bien delimitados. El último elemento que se tomará del análisis de Callon, tiene que ver con la importancia que adquieren los equipamientos y los dispositivos materiales (incluidos en la red), que moldean y especifican el cálculo de las agencias calculadoras en mercados concretos. Son las formas y las distribuciones específicas de las agencias calculadoras las que constituyen un mercado.

Para aproximarnos a los elementos específicos que pueden dar forma a un determinado mercado, tomaremos algunos conceptos del texto de Knorr Cetina y Bruegger (2002) sobre el mercado financiero. Los conceptos más relevantes para nuestra investigación son aquellos que nacen de la microsociología y tienen que ver con la delimitación de una situación, ligada a una ocasión concreta en un espacio específico. En esta línea, se hace relevante la distinción que establecen entre “embodied presence” (situación cara-a-cara) y “response presence”. Estas últimas corresponden a situaciones en las que los participantes pueden responder simultáneamente a un objeto común, pero sin estar físicamente presentes uno con el otro. En este último caso adquiere importancia la tecnología, que puede generar encuentros mediados por objetos electrónicos, como las pantallas. De este tipo de situaciones va a surgir otro concepto relevante para nuestra investigación, que tiene que ver con lo que los autores llaman “face-to-screen situation”. Esta es una situación donde el espacio y sus elementos están configurados para privilegiar una interacción con la pantalla, antes que con los otros elementos que se encuentran presentes. Esto conlleva a una “división del trabajo” de los sentidos, donde la pantalla domina la interacción, concentrando a la vista, mientras que todo lo que ocurre alrededor queda en un segundo plano, captado por medio del oído.

En el texto de Garcia-Parpet (2007), al igual que en este último, podemos encontrar el énfasis que se hace en la coordinación de los agentes en un mercado mediante objetos tecnológicos (pantallas). Es decir, fomentando la interacción entre hombre y pantalla, cambiando la relación social que podría darse entre personas (como el regateo, de Geertz (1978)), por una configurada por objetos. Además, la autora otorga relevancia a la ordenación de los elementos en el espacio en el cual se llevan a cabo las actividades económicas. Lo que tiene que ver con la modificación o formateo sobre una determinada forma de calcular las acciones. En el caso del mercado de frutillas que observa la autora, es posible encontrar intencionalidad a la hora de “producir” un mercado, ordenando los elementos que constituyen la red de cierta forma, para privilegiar un determinado tipo de agentes calculadores (impersonales por ejemplo, por sobre una relación cara a cara).

En base a esta revisión de autores, es posible plantear el problema de manera más clara sobre el mercado de apuestas presente en el Teletrak. Las consideraciones de Callon, nos llevan a plantearnos el problema en torno a la exploración de la diversidad de formas y distribuciones  de agencias calculadoras, que constituyen una organización relativamente estable, es decir, un mercado. En esta línea, los aportes de los otros autores, permiten que nos planteemos la importancia del espacio específico de un local (Teletrak), como parte de una red, en la cual se construye una situación específica de calculabilidad (apuesta). Para poder observar cuales son las características del cálculo en la apuesta hípica, es necesario dotar de importancia al tipo de interacción que se genera por medio de las pantallas y de la distribución material del local de Teletrak. Las nociones de “face-to-screen situation” y la intencionalidad que puede estar detrás del diseño del espacio de intercambio, adquieren relevancia para el caso especifico que queremos observar. A partir de esto es posible extraer la pregunta: ¿Qué tipo de agencia calculadora es la que posibilita el espacio del Teletrak? Y más específicamente ¿Qué rol juegan las pantallas y la distribución de los objetos en esta red? ¿Cuáles son los elementos que enmarcan la decisión de apostar en el local de Teletrak y como se desenredan para realizar el cálculo? 


Bibliografía
  • Callon, M. 1998 'Introduction: The embeddedness of economic markets in economics', in M. Callon (ed) The laws of the markets: Blackwell Publishers / The Sociological Review. En español en: http://apuntescecyp.com.ar/index.php/apuntes/article/view/123
  • Garcia-Parpet, M.-F. 2007 'The Social Construction of a Perfect Market: The Strawberry Auction at Fontaines-en-Sologne’ in D. MacKenzie, F. Muniesa and L. Siu (eds) Do Economists make markets? On the performativity of economics, Princeton: Princeton University Press.
  • Geertz, C. (1978). ‘The Bazaar Economy: Information and Search in Peasant Marketing’, American Economic Review 68 (2) :28-32.
  • Knorr Cetina, Karin D. and Urs Bruegger (2002) ‘Global Microstructures: The Virtual Societies of Financial Markets’, American Journal of Sociology 107(4).


<!--[endif]-->

jueves, 16 de agosto de 2012

Presentación del caso


Las apuestas y los juegos de azar han tenido un tratamiento escaso en la literatura sociológica,  especialmente a nivel nacional. Este escaso tratamiento, no puede ser justificado por calificar estos fenómenos de “raros” o por asumir que son realizados por pocas personas de la población. Más bien, aparece como comportamientos generalizado y desplegado a través de diversas instituciones y prácticas. Existe un amplio mercado de apuestas, dentro de la legalidad, que incluye las loterías (Loto, Kino, etc), los casinos, las carreras de caballos (diversos hipódromos), las maquinas tragamonedas, deportes (Xperto) y las apuestas online. Según el diario chileno “Estrategia”, la industria de apuestas facturó sobre los US$1.200 millones el año 2010, con proyecciones de alza para el año siguiente. Según el estudio, “el gasto per cápita de los chilenos sólo en juegos de azar (Polla y Lotería) alcanzaría los US$17, tres veces menos que en Estados Unidos, pero superior a Perú. En la hípica, en tanto, el monto de apuestas es el mayor de Sudamérica”[1]. Esta información permite comprobar que nos encontramos frente a un mercado bastante consolidado en Chile, en el que cotidianamente podemos encontrar que participa buena parte de la población, aunque sea de forma esporádica. A pesar de la extensión del mercado de apuestas, existe poca reflexión al respecto en nuestro país. Las ideas que se manejan en el imaginario cotidiano varían según el tipo de apuestas que se realice. Por lo general, las apuestas en lotería de forma regular no se consideran nocivas, en cambio la apuesta regular en casinos o carreras de caballos adquiere, a veces, rasgos de vicio o patología. De esta manera, algunos segmentos de este mercado se relacionan a diversos tipos de consumidor, asumiendo en algunos casos comportamientos nocivos y, en otros casos, inofensivos. Ante este escenario, surge la inquietud por observar más de cerca este mercado de apuestas, intentando generar una reflexión más seria sobre las prácticas del consumidor.



El interés de este trabajo tiene que ver con el mundo de las apuestas en la hípica, específicamente con el caso de las agencias Teletrak. El Teletrak es “una red de locales de Arica a Punta Arenas, especialmente preparadas y adecuadas para la transmisión y venta de apuestas de carreras de caballos de los Hipódromos centrales”[2]La Red Teletrak es administrada por Club Hípico de Santiago y el Hipódromo Chile, pero en ella están asociados el resto de los hipódromos del paísDe alguna forma, el Teletrak es la masificación de las apuestas en el hipódromo, permitiendo a la gente apostar a kilómetros de las carreras concretas. El hecho de que en Chile existan 199 locales de Teletrak, repartidos en todas las regiones del país[3], demuestra su masividad y, de alguna forma, su viabilidad económica. El hecho de que el Teletrak transmita carreras de los varios hipódromos que existen a lo largo de Chile (Antofagasta, Hipódromo Chile, Santiago, Valparaíso y Concepción), permite que casi todos los días de la semana exista la posibilidad de apostar en este rubro. En ese sentido, el Teletrak tiene la posibilidad de generar apuestas con bastante regularidad y, considerando que en los días de carrera hay 19 carreras, el gasto se puede dar de forma intensiva. Existen varios tipos de apuesta que se pueden hacer en un día normal de carreras, que varían su complejidad, asociando a mayor riesgo un mayor premio[4]. La apuesta mínima, para todos los tipos de apuesta es de 200 pesos, una cantidad bastante pequeña, pero que puede ir aumentando con la posibilidad de hacer más de una apuesta por carrera. Esto hace que en un día de apuestas, si se apuesta 200 pesos por carrera el gasto sea de casi 4000 pesos. Sin embargo es bastante poco común hacer sólo una apuesta por carrera, lo que hace que a veces las sumas apostadas en un día normal puedan exceder los 10000 pesos. Del lado de los premios, podemos encontrar que los últimos 10 años los premios repartidos superan los US$ 26 millones al año, llegando el año pasado a entregar una cantidad superior a US$ 30 millones[5]. Como se puede apreciar mirando las cifras, las cantidades que se mueven en el mercado del Teletrak no son nada despreciables. Esto genera el interés por saber la manera en que se producen los intercambios en este rubro y los elementos involucrados en la práctica de apostar.


Para esto, es necesario el acercamiento al espacio físico del Teletrak, lugar en el que se congregan los “clientes” a apostar, espacio en el que se toma la decisión especifica de realizar una (o más) apuesta(s). A modo de reconocimiento previo del terreno, se realizaron dos visitas al Teletrak ubicado en la calle Providencia, a la altura de Manuel Monnt. En base a la observación (participante) y conversaciones informales, es posible hacerse una idea preliminar de lo que ocurre en el Teletrak. El público-apostador es exclusivamente masculino, sólo había una mujer y era la que vendía las apuestas, la mayoría de los asistentes tiene más de 40 años y trabaja por el sector. Por lo general, la gente parece un poco recelosa de exponer su asistencia regular al lugar, reconociendo tácitamente el hábito de apostar como algo que debe permanecer anónimo. En sintonía con esto, los ventanales del Teletrak son polarizados, permitiendo a la gente que apuesta ser “invisible” para quien pase por afuera. Por otra parte, la elección de la apuesta, que podía considerarse algo relativamente simple considerando los tipos de apuesta existentes, aparece como un fenómeno extremadamente complejo en la práctica. El acto de apostar, o la elección que implica, se hace complejo ya que la cantidad de factores que pueden llegar a ser importantes para la elección, son muchos y extremadamente variados. Pueden ir desde elegir por el nombre del caballo (gusto propio), a un análisis detallado de las estadísticas de los caballos, jinetes, criadores y dueños. Pasando también por la lectura de “señas” que hace el jinete mientras pasea el caballo, corazonadas místicas, conocimiento experto o información privilegiada.


En resumen, podemos encontrar en el Teletrak una muestra de los que es el mercado de las apuestas. Un mercado que mueve importantes sumas de dinero casi diariamente y que a pesar de ser un fenómeno bastante generalizado, ha sido poco observado desde el mundo académico. En el caso de la hípica, una de las actividades que motiva más apuestas en Chile, el Teletrak cumple la función de masificar y extender la posibilidad de apostar, fuera de los límites espaciales del hipódromo y lejos del lugar físico de la carrera. Esto genera un nuevo espacio en el cual se llevan a cabo las transacciones entre consumidor y productor, posibilitando nuevas formas de consumo, modificando las relaciones sociales que hacen posible la apuesta. La idea del trabajo es observar que ocurre en el Teletrak, identificando elementos relevantes para la interacción en el mercado de apuestas.